Después de algo mas de dos meses apuntándole al norte, llego el momento de cambiar el rumbo y de dirigirnos hacia el sur.
Tengo que admitir que por errores míos no vi ni un cuarto de lo que quería ver en Noruega. Vine buscando ese exuberante y vasto paisaje por el cual es conocido, pero cometí el error de seguir la costa sur. Esto no quiere decir que no sea un
lugar exageradamente lindo y de una belleza soberbia, pero en verano es el lugar mas concurrido de todo el país. Por consecuente, las rutas están algo cargadas de trafico y en cualquier rincón de la costa te vas a encontrar a alguien.
Lo ideal hubiese sido apuntar hacia el norte, en busca de las montañas que solo son asequibles en verano. Cuando tuve que elegir para donde ir estaba cansado, algo desolado y ahora mismo no se que criterio use para decidir.
Creo que quise obviar las montañas yendo por la costa, algo que nunca funciono, porque aunque en la costa no hay grandes montañas, es una zona conocida por un constante subir y bajar pequeñas colinas de entre 100 y 200 metros. Que termina
machacando los músculos. Ademas generalmente estas cuestas, tienen una inclinación de mas de un 7% al ser pequeñas colinas la ruta cruza por la parte mas corta, y no buscando ese zig zag, mas largo pero que al menos te deja pedalear.
Por momentos pensé en encarar la montaña en busca de lo que vine a buscar, pero por razones monetarias y físicas, mi yo mas cuerdo me dijo, busca un lugar donde descansar y juntar algo de plata.
Sin embargo no me quejo, pase 15 espectaculares días para recorrer unos 400kms. En mas de una oportunidad acampe a orillas del Mar del Norte, o nade en un fiordo que se abre lugar entre los bosques. Conocí muchos noruegos que me sorprendieron
por su exagerada amabilidad. Dormí en lo de Irma, de Túnez, en lo de Albert de Catalunia, en lo de Ina de Noruega, y acampe en innumerables jardines.
Por lo de no haber podido recorrer unas distancia mayor por este país, me consuelo pensando que soy joven, y que ya abra otra oportunidad, en mi mente ya me imagino cruzandola punta a punta, pero bueno eso es otra historia.
Decidi volver a Dinamarca para amainar uno o dos meses. Mas específicamente, Aarhus, es una ciudad universitaria, y en verano los estudiantes dejan las habitaciones y las alquilan a un precio muy razonable.Tuve la suerte de conseguir una
a las afueras por un muy buen precio.
Después de 4600kms, casi 90 días de una vida completamente nómada es hora de recuperar la energía, comer, dormir, tomar unas cuantas birras, trabajar un poco y poner a punto a El Corce, que se porto como un autentico guerrero. Disfrutar del verano,
relajar los músculos, y empezar a planificar la » Operación Retorno »
Bicicleteando el camino 